El pop ha muerto, que viva el rock

¡Por fin! Hace unos años se me ocurrió dar mi pobre opinión sobre música a algunos amigos y predije que esa onda de los ‘boy-bands’ y las britneys y christinas iba a desaparecer. Britneys vienen y van pero el rock siempre queda al final. Durante el 2004, una nueva generación de grupos de rock ha madurado y ha tomado por la fuerza el escenario. Desde que Oasis declarara el inicio de lo que en Gran Bretaña se vino a llamar el Brit Pop, y después de una sequía de casi una década en la que el bubble gum pop, el hip-hop y la música trance o dance o como quieran llamarla han invadido las radio y los clubs, un nuevo Brit Pop (o Brit Rock) ha aparecido. Este año, los Brits Awards (el equivalente del Emmy en Gran Bretaña) presentaron solo la punta del iceberg pero dejaron bien en claro que la música de verdad esta de vuelta.

Take me Out the Franz Ferdinand se convirtió, de la noche a la mañana, en uno de los mejores singles del año. El album se convirtió en algo de culto por dos o tres días y después apareció en todas las tiendas de discos vendiendo como pan caliente. Keane, que hace recordar a Coldplay (viene un tercer álbum en mayo-junio), la rompió en los festivales del verano pasado y se unió a un Snow Patrol con canciones que merecen estadios. Muse tuvo más de una nominación en los Brits y recibió el reconocimiento que merecen. Y Kasabian, un show increíble.

Han aparecido grandes compositores. Razorlight y the Libertines han deslumbrado con letras y música que han inspirado cuantiosos artículos y especiales de televisión. Es como si de pronto, Ibiza y sus fiestas de extasy y trance ya no existieran más. Ya no se escucha ese adictivo ‘tum-tum-tum-tum-tum’ que como alguna vez dijo Quino (no EL Quino, sino Gabo Chavez Tafur): ‘si el que invento ese ritmo lo hubiera patentado…’ Pete Doherty, de the Libertines ha dado la cara por el rock apareciendo en cuanto tabloide y medio de comunicación le sea posible por temas que nada tienen que ver con su música: problemas con la droga, la ley y las mujeres (Kate Moss, para ser exactos) –como los grandes del rock. Estén atentos al próximo álbum de Babyshambles (su nuevo grupo). Y The Streets nos da una alternativa a Moby –y una alternativa que no nos manda a dormir.

Esta onda británica no acaba acá. Por suerte. Es más, podríamos decir que parte de este renacimiento del rock se puede deber al éxito de grupos como the Strokes en Estados Unidos. Y a ellos se les unen los nuevos The Killers y the Kings of Leon. Cada uno con su estilo. Incluso los eternos Green Day han revivido con American Idiot.

Y entre todos ellos no hay que olvidar a Maroon 5, The Darkness, Embrace, el nuevo disco de U2, Graham Coxon y muchos más.

Al final, el rock, o lo que acá llaman Brit Pop, ha triunfado. Porque como diría Álvaro, los ingleses tienen un rock alucinante pero un pop terrible. Lo único que falta es que los videos mejoren. Hace tiempo que no se ve algo de la calidad de Jeremy (Peral Jam) o los videos de los Caifanes. ¿Puede ser que los buenos directores de video se han pasado al cine?